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Nuevos riesgos para la sociedad del futuro

Por: Ministerio de Defensa cuadernos de estrategia n°120Colaborador(es): Instituto español de estudios estratégicosTipo de material: TextoTextoIdioma: Español Detalles de publicación: Madrid Ministerio de defensa 2003Descripción: 256 Páginas 18 x 25 cmISBN: 84-7823-964-2Tema(s): ALCOHOL | CAMBIO CLIMATICO | CAPA DE OZONO | DELINCUENCIA TRANSNACIONAL ORGANIZADA EN EL SIGLO XXI | DESIGUALDAD INTERNACIONAL | DROGAS | ECONOMIA ILEGAL:EFECTOS-CAUSASPOBREZA,CONFLICTO, MIGRACION | ECONOMIAS INTERNACIONALES:RIESGOS | ESTADO | ESTADO FALLIDO:QUE ES | ESTADOS FALLIDOS | GOBERNABILIDAD:CARENCIA | INESTABILIDAD FINANCIERA INTERNACIONAL | INMIGRACION COMO FACTOR DE CONFLICTO | INMIGRACION EN ESPAÑA Y EN EUROPA | INMIGRACION Y SEGURIDAD | MIGRACION:FACTORES ECONOMICOS Y DEMOGRAFICOS | POBREZA COMO FACTOR DE MIGRACION | POBREZA EXTREMA | RECURSOS FOSILES | RECURSOS RENOVABLES | RIESGOS CIBERNETICOS | RIESGOS QUIMICOS | RIESGOS SANITARIOS | SEGURIDAD ACTIVA Y PASIVA | SEGURIDAD FINANCIERA INTERNACIONAL | TABACO | TERRORISMO | TERRORISMO EN LOS PAISES OCCIDENTALES Y JAPON | TERRORISMO SUPRANACIONAL | TERRORISMO:CAUSASClasificación CDD: 355.43 I N°120 2003 Recursos en línea: Haga clic para acceso en línea Resumen: Debemos recordar que en una sociedad internacional globalizada, el PIB agregado de los 15 países de la Unión Europea es superior — 231 — al de los Estados Unidos aunque política y militarmente signifiquemos mucho menos que nuestro aliado norteamericano. La clave de la relación trans-atlántica, muy necesaria y conveniente para ambos flancos, está en conseguir transmitir a Washington aquellas necesidades políticas que vienen condicionas por nuestra especificidad histórica y geográfica que nos sitúa en un entorno que si hasta 1989 nos emplazaba en la frontera con el Este hoy lo hace al borde del Sur. — Previsiblemente el siglo XXI mantendrá la primacía de una gran potencia —EEUU—, conocerá la integración y la prosperidad económica de Europa y la recuperación de dos grandes estados como Rusia y China. No hay por el contrario indicios de que el tercer Mundo pueda salir de la pobreza en que se encuentra quizá con la salvedad de algunas áreas de Sudamérica y de Asia. Si estos van a ser los grandes protagonistas, las grandes áreas de los lustros próximos, habrá que estar atentos a otros países y otras culturas con los que no necesariamente debe haber una relación conflictiva pero con los que ciertamente habrá problemas a resolver y ello es cierto no solo por los distintos enfoques filosóficos del mundo sino también por las desigualdades económicas entre las diversas civilizaciones. — Un siglo es un periodo demasiado largo para ser contemplado desde el ángulo de la previsión. Son muchas las generaciones que transcurrirán por él, alrededor de seis o siete, por lo que este trabajo se extiende solo a los límites de la primera de estas generaciones que vivirá los próximos diez o quince años. Será el tiempo en que entrarán en sociedad quienes nacieron aproximadamente entre 1970 y 1985 y que deberán asumir las nuevas tecnologías, los nuevos retos, los nuevos problemas intentando hacerles frente de forma comprensiva y procurando encauzarlos de modo inteligente. Para ello hay que proporcionar a esa nueva generación los instrumentos y las pistas necesarios que permitan una adecuada comprensión del escenario. Algunas nuevas crisis estudiadas forman parte del problema y también parte de la solución como es el caso de las nuevas tecnologías, las migraciones y el progreso sanitario. — De los tres grandes actores internacionales del mundo occidental —los EEUU, Europa y Rusia— el primero de ellos es el que tiene — 232 — una mayor identificación entre lo que es, lo que pretende ser y lo que probablemente seguirá siendo: la superpotencia mundial, la única en la Historia que ha logrado el poder sobre seis campos fundamentales como son el político, el militar, el económico, el cultural, el de los medios informativos y el científico-tecnológico. El bipolarismo soviético-norteamericano cerró ya su etapa vital. Hoy vivimos, y con toda seguridad seguiremos viviendo los próximos lustros, bajo la existencia de esa sola superpotencia que ha construido una “pax americana”. — Rusia vive una época de confusión en que a la manera pirandelliana se esfuerza por averiguar donde se encuentra y hacia dónde se dirige en la convicción de que por su geografía, su recorrido histórico y su destino, solo puede ser un Imperio Euroasiático que parece orientarse en el pentágono Moscú-Teherán-Delhi-Pekín-Europa. El “Eurasismo” es la gran teoría actual del Kremlin en busca de un sustituto de la ideología comunista. — Nuestro Continente también busca una clara orientación. No se considera, ni pretender ser, un Imperio. En el próximo decenio —probablemente en los próximos 25 años— la integración europea no estará completa. Quizás la Unión Europea se haya ampliado hasta incluir una treintena de países pero habrá una parte del sector oriental —geográficamente europeo— que ni para entonces ni quizá nunca haya pasado a asociarse con la UE. Quizá en 2025 sepamos ya si esa Unión lo es de estados-nación o si se organiza confederadamente y acaso también sepamos qué papel juegan en ella, los municipios, las regiones, los landers y las autonomías. Veremos si esa Europa económicamente pujante, con un sistema monetario y con una moneda común, ha conseguido también construir un segundo y un tercer pilar que logren mantener el edificio completo —político, militar, judicial y policial— estable y fuerte. O si por el contrario, sigue como hasta ahora, pagando las facturas de una acción política y defensiva mundial en cuya elaboración apenas ha participado.
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Libros Libros Biblioteca Central
355.43 I N°120 2003 (Navegar estantería (Abre debajo)) 1 Disponible BC22110180

Debemos recordar que en una sociedad internacional globalizada,
el PIB agregado de los 15 países de la Unión Europea es superior
— 231 —
al de los Estados Unidos aunque política y militarmente signifiquemos mucho menos que nuestro aliado norteamericano. La clave de
la relación trans-atlántica, muy necesaria y conveniente para
ambos flancos, está en conseguir transmitir a Washington aquellas
necesidades políticas que vienen condicionas por nuestra especificidad histórica y geográfica que nos sitúa en un entorno que si
hasta 1989 nos emplazaba en la frontera con el Este hoy lo hace al
borde del Sur.
— Previsiblemente el siglo XXI mantendrá la primacía de una gran
potencia —EEUU—, conocerá la integración y la prosperidad económica de Europa y la recuperación de dos grandes estados como
Rusia y China. No hay por el contrario indicios de que el tercer
Mundo pueda salir de la pobreza en que se encuentra quizá con la
salvedad de algunas áreas de Sudamérica y de Asia.
Si estos van a ser los grandes protagonistas, las grandes áreas de
los lustros próximos, habrá que estar atentos a otros países y otras
culturas con los que no necesariamente debe haber una relación
conflictiva pero con los que ciertamente habrá problemas a resolver y ello es cierto no solo por los distintos enfoques filosóficos del
mundo sino también por las desigualdades económicas entre las
diversas civilizaciones.
— Un siglo es un periodo demasiado largo para ser contemplado
desde el ángulo de la previsión. Son muchas las generaciones que
transcurrirán por él, alrededor de seis o siete, por lo que este trabajo se extiende solo a los límites de la primera de estas generaciones que vivirá los próximos diez o quince años. Será el tiempo
en que entrarán en sociedad quienes nacieron aproximadamente
entre 1970 y 1985 y que deberán asumir las nuevas tecnologías, los
nuevos retos, los nuevos problemas intentando hacerles frente de
forma comprensiva y procurando encauzarlos de modo inteligente.
Para ello hay que proporcionar a esa nueva generación los instrumentos y las pistas necesarios que permitan una adecuada comprensión del escenario. Algunas nuevas crisis estudiadas forman
parte del problema y también parte de la solución como es el caso
de las nuevas tecnologías, las migraciones y el progreso sanitario.
— De los tres grandes actores internacionales del mundo occidental
—los EEUU, Europa y Rusia— el primero de ellos es el que tiene
— 232 —
una mayor identificación entre lo que es, lo que pretende ser y lo
que probablemente seguirá siendo: la superpotencia mundial, la
única en la Historia que ha logrado el poder sobre seis campos fundamentales como son el político, el militar, el económico, el cultural, el de los medios informativos y el científico-tecnológico.
El bipolarismo soviético-norteamericano cerró ya su etapa vital.
Hoy vivimos, y con toda seguridad seguiremos viviendo los próximos lustros, bajo la existencia de esa sola superpotencia que ha
construido una “pax americana”.
— Rusia vive una época de confusión en que a la manera pirandelliana se esfuerza por averiguar donde se encuentra y hacia dónde se
dirige en la convicción de que por su geografía, su recorrido histórico y su destino, solo puede ser un Imperio Euroasiático que parece orientarse en el pentágono Moscú-Teherán-Delhi-Pekín-Europa.
El “Eurasismo” es la gran teoría actual del Kremlin en busca de un
sustituto de la ideología comunista.
— Nuestro Continente también busca una clara orientación. No se considera, ni pretender ser, un Imperio. En el próximo decenio —probablemente en los próximos 25 años— la integración europea no
estará completa. Quizás la Unión Europea se haya ampliado hasta
incluir una treintena de países pero habrá una parte del sector
oriental —geográficamente europeo— que ni para entonces ni
quizá nunca haya pasado a asociarse con la UE.
Quizá en 2025 sepamos ya si esa Unión lo es de estados-nación o
si se organiza confederadamente y acaso también sepamos qué
papel juegan en ella, los municipios, las regiones, los landers y las
autonomías.
Veremos si esa Europa económicamente pujante, con un sistema
monetario y con una moneda común, ha conseguido también
construir un segundo y un tercer pilar que logren mantener el edificio completo —político, militar, judicial y policial— estable y fuerte. O si por el contrario, sigue como hasta ahora, pagando las facturas de una acción política y defensiva mundial en cuya elaboración apenas ha participado.

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