Biblioteca CAEN
Koha


Siguenos:
Nihilismo y terrorismo - Madrid Ministerio de defensa 2004 - 250 Páginas 18 x 25 cm

Para finalizar este trabajo se expone a modo de conclusión las lecciones que Thérèse del
Delpech ha extraído después de los ataques terroristas a Washington DC y Nueva York. Aunque
ya se ha mencionado que, a lo largo de todos su artículos y libros siempre que se refiere al
terrorismo, se centra excesivamente en estos acontecimientos. De todos modos, de su obra se
deduce que esta investigadora francesa se aleja del tradicional pensamiento contemporáneo
francés con respecto a las relaciones internacionales y los temas de seguridad.
— Los Estados ya no tienen el uso exclusivo de la violencia. Organizaciones terroristas
utilizan cada vez más la violencia en masa para dar a conocer sus objetivos. El terrorismo
se ha transformado en un asunto estratégico que ya no puede ser tratado exclusivamente
por medios policiales y de inteligencia, especialmente cuando los terroristas emplean
armas de destrucción masiva, como tradicionalmente se ha hecho en Europa. El terrorismo
forma parte integral del aumento de la violencia del principio de siglo XXI y este cambio
necesita una nueva organización de los Estados para hacerle frente.
— Por primer vez en la historia del terrorismo, la intervención militar ha sido considerada
como necesaria para responder a un ataque terrorista. Esta necesidad fue reconocida por la
comunidad internacional por medio del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de
Naciones Unidas, después de los ataques terroristas en Washington y Nueva York. Europa
no ha tomado suficientes medidas en este campo, tanto en el ámbito colectivo como
individual. Delpech deja abierta esta pregunta: ¿Qué hubiera ocurrido si un ataque de la
misma magnitud hubiera tenido lugar en Europa?.
- - 225
— La inseguridad global requiere tanto una visión global del mundo como una cooperación
internacional para afrontar las amenazas. Para la autora, Europa actualmente carece de
ambos principios. Si quieren tener un mayor peso en la escena internacional deben
recuperar esa visión global de la comunidad internacional y aceptar sus responsabilidades.
— El dispositivo de defensa de los países occidentales, que ha servido hasta ahora para
protegerse de los ataques de otros países, no es útil para defenderse contra los ataques
terroristas dentro de sus propios territorios. Cuando Europa se estaba equipando para
disponer de mayor capacidad para proyectar fuerzas, el territorio nacional vuelve de nuevo
a ser vulnerable. Por otro lado, los sistemas de disuasión nuclear han mostrado no ser
eficaces contra actores no estatales. Delpech señala que nuevas políticas de defensa deben
ser puesta en marcha (mejora de las capacidades de información, sistemas de alerta
temprana, incremento del número y calidad de las fuerzas especiales, reforzamiento de la
defensa civil, protección crítica de instalaciones, etc.) para disminuir la vulnerabilidad,
sobre todo de las poblaciones, a la que están expuestas las naciones occidentales.
— Los países occidentales están pobremente equipados para tratar ideas radicales,
especialmente en Europa. Los factores ideológicos y religiosos han adquirido una nueva
importancia en el escenario internacional, una vez que se consideraba que la ideología
había desaparecido del hemisferio al caer el comunismo. Esta autora considera que el
fantasma de una amenaza que no puede ser racionalizada y que descansa en el ejercicio de
la violencia, impide cualquier proceso de negociación; sin embargo los europeos
normalmente ponen excesivo énfasis en ella.
— La integración de las comunidades musulmanas en Europa debe llevarse a cabo con la
mayor urgencia. Solamente así se podrá evitar posibles explosiones sociales y que estas
comunidades se conviertan en fuente de reclutamiento de grupos terroristas.
— El 11 de septiembre es un símbolo y una advertencia. Es esencial entender el símbolo y oír
la advertencia. Europa no puede ser débil ni tolerante ante el terrorismo internacional; toda
debilidad tiene un precio.
Finalmente, la raíz del actual terrorismo internacional, con el empleo de una mayor
violencia que antaño, hay que verlo como una consecuencia de la teoría que expone en su obra
- - 226
Thérèse Delpech, es decir, el caos de la sociedad internacional. Un nuevo orden mundial se
plantea como necesario para reemplazar la anomia reinante de la sociedad internacional. Esto
pasa porque los actores internacionales, principalmente los Estados y las organizaciones, asuman
sus respectivos papeles. La Unión Europea tiene que jugar un papel más relevante en temas de
seguridad. La política exterior y de seguridad común ha pasado de necesaria a urgente

84-9781-074-0


ANTIAMERICANISMO
GLOBALIZACION: NUEVA FORMA DE TOTALITARISMO
GUERRA RED
IDEOLOGIA EN EL NUEVO DESORDEN MUNDIAL
REALISMO DE LA LOGICA
TERRORISMO GLOBAL
TERRORISMO INTERNACIONAL

355.43 I N°124:2004